¿Amigos o conocidos?

igorovsyannykov

 

Muchas veces me ha pasado que he tenido la fortuna de conocer a personas maravillosas las cuales se han quedado en mi vida durante mucho tiempo, a las que se que puedo hablarles de todo y que ellos pueden hacer lo mismo, sin embargo, hay otras cuantas que parecen ser semejantes, con la gran diferencia de que no se quedan y que además no son aquellos con los que cuento para todo, son solo gente que conozco.

Y es que parece que es obvia la diferencia, pero, aunque la sabemos muchas veces nos aferramos a la idea de llamarle amigos a aquellos que no lo son. Nietzsche expresa a la buena amistad como: “nace cuando se estima mucho al otro y ciertamente más que a uno mismo, cuando asimismo se le ama, pero no tanto como a sí y cuando finalmente, para facilitar el trato, se sabe agregar el delicado toque y aura de la intimidad, pero al mismo tiempo se guarda uno prudentemente de la intimidad real y propiamente dicha, y de la confusión entre el yo y el tú”.

Ser conocidos entonces seria aquella persona con la que pasas algún rato agradable y con el que te involucras a medias, son esas personas con las que se convive casi a diario y por ende son la mayoría, incluso esto puede generar confusión, pues al convivir a diario con ellos se pensaría que son tus amigos, pero que estén todos los días contigo no significa que estén siempre para ti. Puesto que no con todos puedes generar una conversación de confianza en donde te sientas seguro.

Puede existir cierta semejanza entre amigos y conocidos, como el hecho de convivir, pasar momentos agradables, etc. y un conocido siempre estará en calidad de convertirse en un amigo, siempre y cuando ambas partes formen un lazo que sobrepase de solo “estar en las buenas”. Los conocidos al final de cuentas no son malos, al contrario, hace que formes muchas experiencias y que puedas compartir buenos momentos.

Pero el saber separar ambos conceptos es la que realmente importa. Podemos incluso llegar a hacernos daño por tener conocidos disfrazados de amigos. Es bastante fácil saber quienes son tus amistades verdaderas, solo piensa en un secreto muy íntimo e imagina a quien se lo contarías, sabiendo que esa persona le dará importancia y te ayude si es que lo necesitas.

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